Mutua Madrileña apoya con 60.000 euros el proyecto TRAINER de rehabilitación motora usando una interfaz cerebro-robot
La Fundación Mutua Madrileña ha entregado 60.000 euros al proyecto “Trainer: Rehabilitación motora del miembro superior utilizando un interfaz cerebro-robot”, en el que participan los investigadores de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche Nicolás García Aracil y Juan Antonio Barios Heredero. La entrega de esta dotación económica ha tenido lugar en Madrid, durante la celebración de las XVI Ayudas a la Investigación Científica en Materia de Salud, que concede la Fundación.
Además de la UMH, en este proyecto participan el Hospital Fundación San José y la Unidad de Ciencias Neurológicas de Madrid. Se ha ejecutado en el Laboratorio de Nuevas Tecnologías, junto a los Hermanos de San Juan de Dios, situado en la Fundación Instituto San José, hospital de crónicos situado en el barrio de La Fortuna de Madrid. Los objetivos que se persiguen en este trabajo de investigación son diseñar, probar y validar un sistema para mejorar la recuperación de la función motora de las extremidades superiores para pacientes que hayan sufrido un daño cerebral adquirido, basada en el uso integrado de sistemas robóticos de rehabilitación e interfaces cerebro-robot.
Los resultados del proyecto Trainer tendrán un gran impacto social y económico. Los costes sociales del daño cerebral adquirido, especialmente cuando la causa del daño cerebral es la enfermedad vascular, son muy altos por el coste de pérdida de trabajo y el coste emocional en las familias afectadas. Por ello, avanzar en la comprensión de los procesos que subyacen a la recuperación funcional después del daño cerebral es un gran desafío para la neurobiología y la neurología clínica y es uno de los desafíos de las políticas de investigación europeas e internacionales. Este proyecto en el que participa la UMH y colabora Scignals pretende entender mejor estos procesos y mejorar los de neurorrehabilitación, lo que supondría una enorme mejoría en los cuidados de los pacientes y, por consiguiente, una reducción de costes. Además, facilitaría una actividad asistencial más llevadera durante la fase crónica de la enfermedad.